Imagínate caminar en una selva donde encontrarás árboles de más de 1,000 años de antigüedad y más de 60 metros de altura.
Visitarás la Estación de Investigación para Conservación de la Biodiversidad de Chajul donde platicarás con los investigadores sobre sus trabajos, logros y problemática para conservar esta selva y a sus principales especies como la guacamaya.
Con suerte, desde el balcón de la terraza del hotel, podrás ver cocodrilos nadando en el río o monos saraguatos en las copas de los árboles con una ensordecedora sinfonía a coro con cientos de aves, así como una enorme variedad de plantas, flores y mariposas, por ser una de las selvas mejor conservadas de Latinoamérica. Tu despertador será el aullido de los monos.
Además caminarás por puentes colgantes a casi 40 metros de altura para después descender en tirolesa entre los árboles; para relajarte, te meterás es una poza de agua termal en medio de esta increíble selva.
Más que un viaje a a selva, es sin duda una experiencia que transformará tu perspectiva sobre la importancia y lo espectacular que son estos ecosistemas cuando vas acompañado de expertos que te explican la necesidad de conservarlas, y además, por saber que tu visita apoya decididamente a las comunidades locales para proteger esta selva y sus proyectos alternativos como la Casa de Morpho, un mariposario donde la gente local elabora increíbles artesanías con alas de mariposas que ellos cultivan o el mismo hotel donde te hospedarás. Entenderás que estar en un lugar así, es un verdadero privilegio que se convertirá en una inolvidable aventura inesperada.